La seguridad es la máxima prioridad a la hora de elegir un casco de esquí. Normas de certificación como la CE EN 1077 en Europa y la ASTM F2040 en EE.UU. garantizan que el casco ha sido sometido a rigurosas pruebas para medir su capacidad de protección contra impactos. Estas certificaciones son esenciales para cualquier casco de esquí destinado a un uso avanzado.
Existen dos tipos principales de construcción de cascos:
Un buen casco de esquí debe ser cómodo de llevar durante todo el día. El ajuste es crucial para garantizar no sólo la comodidad, sino también la seguridad. Un casco mal ajustado puede comprometer su eficacia en caso de caída.
Para los esquiadores avanzados, los detalles técnicos pueden marcar una gran diferencia en el rendimiento y la comodidad:
Elegir el casco de esquí adecuado implica tener en cuenta una combinación de factores de seguridad, comodidad y tecnología adaptados a tu nivel de conducción y a tus preferencias personales. Recuerde que el casco perfecto es aquel que le ofrece la mejor combinación de estos elementos al tiempo que cumple las normas de seguridad más estrictas. Al invertir en un casco de calidad, no sólo te aseguras un mejor rendimiento en las pistas, sino también una protección óptima.