ski de rando

El esquí de travesía es una disciplina de montaña que combina el ascenso en esquí, con la ayuda de pieles, y el descenso fuera de pista. Cuando se practica fuera de las pistas balizadas, ofrece a los esquiadores una sensación de libertad única, permitiéndoles descubrir las montañas en su forma más salvaje. Esta actividad es para quienes desean alejarse de las multitudes y explorar nuevos paisajes, donde la naturaleza se revela en todo su esplendor.

El esquí de travesía requiere una buena forma física y un dominio técnico del esquí, sobre todo para enfrentarse a terrenos variados e imprevisibles. A diferencia del esquí alpino, donde los remontes facilitan el acceso a las cumbres, aquí el esfuerzo es intenso y el placer hay que ganárselo. Este deporte, en plena expansión, atrae cada vez a más aficionados a la montaña, ya que combina esfuerzo físico, aventura y estrecho contacto con la naturaleza.
Pero el esquí de travesía no está exento de riesgos. Los esquiadores deben dominar las técnicas de ascenso y descenso en terreno no preparado, ser capaces de evaluar los riesgos de avalancha y conocer las normas de seguridad específicas. Mucho más que un deporte, el esquí de travesía es una experiencia de inmersión en el mundo de la alta montaña, que requiere prudencia, respeto por el medio ambiente y preparación.
El esquí de travesía es mucho más que un reto deportivo: es una invitación a descubrir las montañas de una manera diferente, con una mirada más atenta, una mayor conciencia y una apreciación renovada de la belleza de la naturaleza.

El esquí de travesía es una forma emocionante de descubrir las montañas lejos de las pistas, pero requiere una gran preparación para garantizar la seguridad y el disfrute, incluyendo un buen equipo de esquí de travesía. He aquí cinco consejos esenciales para principiantes e incluso para los que ya tienen un poco de experiencia:



1. ELIJA UN ITINERARIO ADAPTADO A SU NIVEL

En esquí de travesía, es fundamental adaptar la ruta a tus habilidades técnicas y a tu condición física. Empieza por itinerarios fáciles y balizados para familiarizarte con el esfuerzo de ascender y descender por nieve no pisada. Infórmate sobre el desnivel y la duración del recorrido para evitar agotarte.

Evalúe su condición física y su nivel técnico

  • El esquí de travesía cuesta arriba es más exigente que en pistas preparadas. Por lo tanto, los principiantes deben evitar las subidas demasiado empinadas o las distancias demasiado largas, que podrían agotarles rápidamente. Una salida con un desnivel de 500 a 800 metros suele ser adecuada para esquiadores principiantes, mientras que los más experimentados pueden prever desniveles de más de 1.000 metros.
  • El descenso fuera de pista es también mucho más técnico que en pista, y el tipo de nieve (polvo, costra, gruesa) puede variar considerablemente, dificultando los giros. Si está empezando, opte por rutas de descenso suaves y bien despejadas para evitar zonas demasiado empinadas o llenas de obstáculos (como árboles o rocas).

Averigua la dificultad de la ruta

  • En esquí de travesía, las rutas se suelen clasificar por dificultad, desde fácil (pendientes suaves, terreno abierto) hasta experto (pendientes pronunciadas, tramos técnicos). Las guías de esquí de travesía, las aplicaciones y los sitios web especializados ofrecen descripciones detalladas de las rutas, con información sobre la pendiente, la exposición, el desnivel y los posibles peligros. Esta información facilita la previsión de tus esfuerzos y la elección de rutas que se adapten a tu experiencia.
  • Como en el montañismo, las clasificaciones también pueden indicar tramos más técnicos. Tienen en cuenta la pendiente de la ladera, la altitud y la exposición al riesgo de aludes. Para los principiantes, se recomienda elegir rutas con una dificultad F (Fácil) o PD (No muy difícil).

Comience por rutas señalizadas o acompañadas por un guía

  • Si eres principiante, es buena idea empezar por rutas marcadas o populares, que ofrecen un entorno más seguro. Algunas estaciones de esquí ofrecen rutas de travesía seguras en las que el riesgo de avalanchas está controlado. Estas rutas son ideales para practicar la escalada y familiarizarse con el equipo y las técnicas básicas.
  • Un guía de montaña puede ser un recurso valioso para los principiantes. No sólo conocerá las rutas más adecuadas a su nivel, sino que también podrá formarle en buenas prácticas de seguridad y asesorarle en los aspectos técnicos.

Adapta tus ambiciones a medida que progreses

  • El esquí de travesía es un deporte que requiere una mejora gradual. Empieza modestamente y aumenta el nivel de dificultad a medida que adquieras experiencia y mejores tu condición física. Después de unas cuantas salidas por rutas fáciles, puedes plantearte rutas más complejas o más largas.
  • Anota tu rendimiento y tus impresiones después de cada salida para controlar tus progresos. Esto te ayudará a ajustar tus futuras salidas en función de tus capacidades y tus objetivos, y a evitar sobreesfuerzos o ponerte en peligro.

2. EQUÍPATE CORRECTAMENTE


Encuentra el equipo adecuado para ti

Un equipo ligero es esencial para limitar el cansancio al escalar. Elige esquís específicos para esquí de travesía, pieles adecuadas, botas ligeras y bastones ajustables.


Esquís de travesía y fijaciones

A diferencia de los esquís alpinos, los esquís de travesía son más ligeros, lo que facilita su transporte en ascensiones largas. Los hay de diferentes anchuras y longitudes para adaptarse a las condiciones de la nieve y a las preferencias del esquiador. Los esquís anchos ofrecen mejor sustentación en nieve polvo, mientras que los más estrechos son más fáciles de manejar en nieve dura. Visite nuestra selección de esquís de travesía.

Las fijaciones de los esquís de travesía son específicas, ya que permiten liberar el talón al subir y fijarlo al bajar. Existen fijaciones de inserción, que son más ligeras, y fijaciones de cuadro, más parecidas a las fijaciones alpinas pero más pesadas. Elige una fijación que se adapte a tu nivel y al tipo de travesía que planeas (distancias cortas o largas, rutas técnicas, etc.).


Pieles de foca

Laspieles de foca son esenciales para el esquí de travesía. Se adhieren a la suela del esquí gracias a un pegamento especial y permiten avanzar sin deslizarse hacia atrás. Suelen ser de mohair, nailon o una mezcla de ambos. El mohair es más ligero y se desliza mejor, mientras que el nylon ofrece mejor agarre y mayor durabilidad. Comprueba que las pieles se ajustan bien a tus esquís para evitar problemas en la subida.


Bastones ajustables

Para el esquí de travesía, son preferibles los bastones ajustables, ya que permiten adaptar su longitud al terreno. En los ascensos, suele ser útil una longitud de bastón ligeramente superior para maximizar el empuje, mientras que en los descensos, una longitud de bastón inferior mejora la estabilidad. Elige bastones sólidos y ligeros, preferiblemente con empuñaduras ergonómicas y muñequeras ajustables para mayor comodidad.

La importancia del equipo de seguridad

Lleve siempre equipo de seguridad Transceptores de aludes, palas y sondas. Aprenda a utilizarlos correctamente y practique con regularidad.


Equipo de seguridad: baliza de avalancha, pala y sonda

Un transceptor de avalanchas puede utilizarse para localizar a personas enterradas bajo la nieve. Llévalo siempre bajo la ropa, encendido y correctamente ajustado. Es esencial saber utilizarlo y practicar regularmente la búsqueda de víctimas.
Una pala ligera, preferiblemente de aluminio, es esencial para excavar rápidamente en caso de avalancha. Debe ser sólida y ergonómica, a ser posible con mango telescópico.
Una sonda puede utilizarse para localizar con exactitud a una persona bajo la nieve tras la detección inicial con el transceptor de aludes. Elija una sonda de 240-320 cm que sea fácil de desplegar y duradera.

Estas tres piezas del equipo de seguridad son esenciales para cualquier salida fuera de pista, incluso para rutas cortas o con reputación de seguras. Encontrarás material de seguridad de las siguientes marcas: Ortovox, Arva y Mammut.

Técnica para tus salidas de esquí de travesía

Vístete con varias capas para poder ajustar el calor en función del esfuerzo realizado. La ropa transpirable es importante para evitar empaparse de sudor.


Prendas adecuadas: el sistema de 3 capas

Capa de base: ropa interior técnica fabricada con materiales transpirables (como la lana merina o los tejidos sintéticos) para evacuar el sudor. Es importante mantenerse seco para no pasar frío al parar.
Capa intermedia: Un forro polar o una chaqueta ligera de plumón para abrigarte. Las chaquetas de plumón son ligeras y cálidas, pero menos eficaces en condiciones húmedas. Algunas chaquetas softshell resistentes al viento también son muy populares para el senderismo.
Capa exterior: Una chaqueta impermeable y transpirable para protegerte del viento, la nieve y la humedad. Elige una chaqueta con cremalleras de ventilación, ya que el ascenso suele ser intenso y te hace sudar.
Pantalones: Pantalones de senderismo, idealmente cortaviento e hidrófugos, con cremalleras de ventilación. Algunos modelos tienen la parte inferior de las piernas reforzada para evitar cortes con los cantos de los esquís.

Los accesorios también son esenciales

Elige guantes cálidos, forrados y resistentes al agua, así como un par más fino para escalar. Las manos se enfrían rápidamente en la montaña, por lo que es crucial protegerlas.
Elige un gorro o una cinta para la cabeza y/o un calentador de cuello para protegerte la cabeza y el cuello del frío. Los gorros finos de material transpirable son ideales bajo el casco en los descensos.
La importancia de lasgafas de sol y/o de esquí. El reflejo del sol en la nieve es intenso en la montaña. Las gafas de sol de categoría 3 ó 4 son indispensables para los ascensos, y una máscara antivaho es práctica para los descensos con mal tiempo.
Lo ideal es una bolsa de 20-35 litros, con correas para sujetar los esquís en modo "porteo". Debe ser lo suficientemente grande como para guardar el equipo de seguridad, ropa extra, agua, tentempiés y un botiquín de primeros auxilios.


ski de randonnée


3. CONTROLAR LAS CONDICIONES METEOROLÓGICAS Y EL RIESGO DE AVALANCHAS

Antes de salir, comprueba las previsiones meteorológicas y el riesgo de aludes en la zona. Las avalanchas son un peligro real cuando se practica el esquí de travesía, y las condiciones de la nieve cambian rápidamente. Si el riesgo es alto, es mejor posponer la salida o elegir una ruta más segura.
Vigilar las condiciones meteorológicas y el riesgo de avalanchas es uno de los pasos más importantes en la preparación de un viaje de esquí de travesía. La montaña es un entorno en constante cambio, y las condiciones pueden cambiar rápidamente, transformando una ruta agradable en una zona peligrosa. He aquí las principales razones por las que es crucial estar bien informado, así como las mejores prácticas para interpretar y utilizar esta información:

Consulta el parte meteorológico antes de salir

Las condiciones meteorológicas en la montaña pueden cambiar rápidamente, y los cambios repentinos pueden dificultar o incluso imposibilitar el avance. Antes de salir, es esencial consultar un parte meteorológico específico de montaña, disponible en sitios web como Météo France o en aplicaciones específicas.

Los principales factores a tener en cuenta son
Temperatura: el frío puede ser extremo en altitud, sobre todo si se tiene en cuenta el viento. Las bajas temperaturas también aumentan el riesgo de congelación e hipotermia.
Viento: Las ráfagas de viento no sólo pueden dificultar la progresión, sino que también arrastran la nieve, creando peligrosas acumulaciones en las laderas, aumentando el riesgo de avalanchas.
Precipitaciones: Las nevadas recientes suelen aumentar el riesgo de aludes. La nieve fresca necesita tiempo para estabilizarse y formar un manto de nieve coherente.
Visibilidad: la nieve, la niebla o las nubes bajas reducen la visibilidad, lo que dificulta la navegación y aumenta el riesgo de perderse o desviarse del camino.

Estudia el boletín de aludes (BRA)

El Boletín de Riesgo de Avalanchas (BRA) es una herramienta esencial para todos los esquiadores de travesía. Proporciona información detallada sobre el riesgo de avalancha en una zona determinada, que va de 1 (bajo) a 5 (muy alto). Este nivel de riesgo debe analizarse detenidamente para determinar si las condiciones son favorables o no.

Nivel deriesgo: Para los esquiadores menos experimentados, es aconsejable evitar salir cuando el nivel de riesgo es superior a 2 (limitado). Incluso con un nivel de riesgo de 3 (alto), es aconsejable elegir rutas sin pendientes pronunciadas o con poca exposición.
Tipo de nieve y estabilidad: El boletín de aludes también detalla la estabilidad de la nieve (polvo, placa de viento, nieve transformada) y la formación de placas. Las placas de viento, por ejemplo, son especialmente peligrosas, ya que pueden desprenderse fácilmente.
Orientación y altitud de las pendientes de riesgo: el BRA indica a menudo las altitudes y exposiciones en las que el riesgo de alud es mayor. Por ejemplo, ciertas laderas orientadas al norte pueden acumular capas de nieve inestable, mientras que las orientadas al sur pueden ser más seguras tras la exposición al sol.

Evalúe el terreno y adapte su ruta en función de las condiciones

Aunque las condiciones generales sean favorables, determinadas zonas son más propensas a desencadenar aludes. Es esencial identificar las pendientes de más de 30 grados, los couloirs y las zonas donde podría acumularse la nieve (como las hondonadas o las zonas situadas bajo las cornisas).
Sobre el terreno, busque signos de inestabilidad: grietas en la nieve, ruido sordo bajo los pies y otros signos de que la nieve está bajo tensión. Si los signos de inestabilidad están presentes, es mejor dar media vuelta o evitar las pendientes pronunciadas.
También debe adaptar su ruta según las direcciones indicadas como de riesgo en el boletín de aludes. Por ejemplo, si las laderas orientadas al este presentan un riesgo, opte por las orientadas al oeste o al norte si son más seguras.

Prepárate para cancelar o modificar tu salida

La flexibilidad es esencial en el esquí de travesía. Si el tiempo es inestable o el riesgo de avalancha es demasiado alto, es mejor posponer la salida o elegir una ruta menos expuesta. Es mejor desistir que arriesgar innecesariamente tu seguridad.
También puede ser una buena idea preparar varias opciones de ruta: una ruta principal, pero también rutas alternativas de menor dificultad o mejor protección, para utilizarlas si las condiciones empeoran. Por ejemplo, optar por una pendiente más suave o una dirección diferente si el tiempo no coincide con la previsión inicial.

Tenga en cuenta las variaciones estacionales y las condiciones de la nieve

Las condiciones de la nieve cambian con las estaciones. Al principio de la temporada, el manto de nieve suele ser fino e inestable, mientras que al final de la estación, la nieve de primavera puede ser pesada y húmeda, lo que aumenta el riesgo de fusión por avalancha.
Durante o justo después de una nevada, el riesgo suele ser mayor. Deje pasar unos días para que la nieve fresca se asiente. En periodos de deshielo, cuando las temperaturas suben bruscamente, los aludes espontáneos son más frecuentes.

Hable con expertos locales y otros excursionistas

Los expertos locales, como guías de montaña, refugios y otros excursionistas, pueden darte información valiosa sobre las condiciones actuales y las zonas que debes evitar. En la montaña, el intercambio de información entre excursionistas es esencial, ya que las condiciones reales pueden diferir de las previstas.

Los foros, las redes sociales y las aplicaciones de esquí de travesía también permiten consultar los comentarios de otros esquiadores, que pueden compartir sus experiencias y observaciones en tiempo real.

4. APRENDER TÉCNICAS DE ASCENSO Y DESCENSO


Técnicas de ascenso: domar el esfuerzo y optimizar la energía

La técnica de conversión es esencial para subir pendientes pronunciadas sin derrapar. El ascenso debe ser regular, sin esfuerzos excesivos.

Los ascensos en esquí de travesía suelen ser largos y físicamente exigentes, sobre todo en pendientes pronunciadas y terrenos variados. Dominar las técnicas de ascenso no sólo ayuda a gestionar la energía, sino que también reduce el riesgo de resbalar y la fatiga.

Ponerse las pieles
: Las pieles son esenciales para escalar. Se adhieren a la base de los esquís y evitan que se deslicen hacia atrás. Su colocación es esencial: deben cubrir la suela de los esquís sin sobrepasar los cantos, para garantizar un buen agarre sin impedir el deslizamiento.
La técnica del paso de pato: Para superar las pendientes más pronunciadas, coloque los esquís en "V" (con las puntas hacia fuera) y avance desplazando un esquí y luego el otro, como si subiera una escalera. Esta técnica reduce el riesgo de resbalar y reparte mejor el esfuerzo.
El giro de conversión: La conversión es una técnica esencial para cambiar de dirección en pendientes pronunciadas. Consiste en girar sobre la marcha haciendo pivotar el esquí superior (el del lado de la pendiente) en la dirección deseada y, a continuación, acercar el esquí inferior al otro. Esta maniobra requiere un poco de práctica para ser fluida y estable, pero es esencial para progresar eficazmente en pendientes pronunciadas.
Regularidad de los pasos: Al subir, adopta un ritmo regular y constante, sin forzarte demasiado, para ahorrar energía. Da pequeños pasos y adapta tu velocidad para mantener una respiración controlada. Evite dar zancadas largas, ya que agotan rápidamente las piernas y son menos eficaces.

Técnicas de descenso: adapta tu estilo a las condiciones de la nieve

El esquí alpino de travesía se practica en terrenos sin preparar, con distintos tipos de nieve (polvo, costra, gruesa, helada, etc.) que requieren adaptaciones técnicas en comparación con el esquí alpino. Éstas son las principales técnicas de descenso que hay que dominar:

El
giro paralelo: El giro paralelo es el giro básico para descender en nieve polvo o dura. En esquí de travesía, el reto consiste en adaptar la amplitud de los giros a la pendiente y a los obstáculos naturales (árboles, rocas). Los giros más amplios permiten controlar mejor la velocidad en pendientes suaves.
Posición del cuerpo: en travesía, el peso debe estar ligeramente hacia atrás en nieve profunda para evitar que los esquís se hundan demasiado. En nieve dura, adopta una postura más centrada para un mejor agarre de los cantos.
Sculling: en terrenos estrechos o con muchos obstáculos, el sculling (una serie de giros cortos y rápidos) te ayuda a mantener el control de la velocidad. Para conseguirlo, mantén las rodillas y las caderas juntas y los esquís juntos para que la transición sea fluida.
Adaptarse a las condiciones variables de la nieve: En nieve costra, que es inestable y difícil de maniobrar, mantén un ritmo lento y presiona con firmeza para evitar derrapar. En nieve pesada, concéntrate en giros amplios y mucha presión en los cantos para evitar que los esquís se enganchen.

ski de randonnée


5. NUNCA SALGA SOLO E INFORME A ALGUIEN DE SU ITINERARIO

Por razones de seguridad, le recomendamos encarecidamente que salga en grupo. En caso de problema, será mucho más fácil hacer frente a lo inesperado. Informe siempre a alguien de su itinerario y de la hora prevista de regreso.


Ventajas de viajar en grupo

Asistencia mutua: en caso de problema (lesión, pérdida de orientación, cambios en las condiciones de la nieve), los miembros del grupo pueden apoyarse mutuamente y prestarse ayuda inmediata. Por ejemplo, en caso de lesión, un miembro del equipo puede avisar a los servicios de emergencia mientras otro se queda con la persona herida.
Compartir responsabilidades: los miembros del grupo pueden turnarse para leer el mapa, vigilar las condiciones meteorológicas o comprobar si hay riesgo de avalancha. Un grupo bien organizado también reduce la fatiga mental y física, especialmente en ascensos largos o descensos técnicos.
Mayor seguridad en caso de avalancha: En las zonas propensas a las avalanchas, todo el mundo puede llevar un transceptor de avalanchas, una pala y una sonda, lo que aumenta las posibilidades de localizar y rescatar a las personas en caso de avalancha. Como la rapidez de respuesta es esencial, un grupo de rescate bien equipado y formado puede actuar con eficacia.
Ánimo y motivación: En el senderismo, el apoyo mental es importante, sobre todo en momentos de fatiga o duda. El grupo ayuda a mantener la moral alta y te motiva para lograr tu objetivo.

Cuéntale tu ruta a alguien de confianza

Describa la ruta con precisión: Da información detallada sobre tu ruta, incluyendo el punto de partida, la cumbre o el lugar al que piensas llegar, los puntos intermedios y la ruta de regreso. Esto ayudará a los servicios de rescate a encontrarte si no llegas a tiempo.
Especifica el horario: Indica la hora de salida prevista, la duración estimada y la hora a la que esperas estar de vuelta. En caso de retraso, la persona informada podrá valorar cuándo dar la alarma.
Deja instrucciones si no hay noticias: Informa a tu contacto de los pasos a seguir si no hay noticias a la hora prevista, como contactar con los servicios de emergencia o consultar con los refugios cercanos a tu ruta. Si tienes un GPS o una aplicación de seguimiento en vivo, también puedes compartir tu ubicación en tiempo real.

Formación en primeros auxilios y seguridad en montaña

Conocimientos de primeros auxilios: En caso de lesión o enfermedad, saber administrar primeros auxilios es vital. Los cursos de primeros auxilios específicos para montaña le enseñarán lo esencial: tratar lesiones, controlar la hipotermia y mantener a salvo a la víctima hasta que llegue la ayuda.
Formación en rescate en caso de avalancha: Incluso con un buen conocimiento de los riesgos de avalancha, pueden producirse accidentes. La formación en el uso de transceptores de avalanchas, palas y sondas, así como en técnicas de búsqueda de avalanchas, puede aumentar considerablemente sus posibilidades de supervivencia en caso de avalancha. Muchos clubes y organizaciones ofrecen jornadas de formación en seguridad contra avalanchas para esquiadores de travesía.

BONUS: RESPETAR LA NATURALEZA Y LA VIDA SALVAJE

El esquí de travesía le sumerge en zonas naturales a veces sensibles. Respete las zonas protegidas y procure no molestar a la fauna, sobre todo en invierno, cuando los animales son más vulnerables.

Siguiendo estos consejos, maximizará su seguridad y disfrute, respetando al mismo tiempo el medio ambiente. ¡Feliz senderismo y buenos descensos!


contactez nous