Cuando bajan las temperaturas y las cumbres se cubren de blanco, la llamada de las pistas se hace irresistible para muchos esquiadores. Sin embargo, para disfrutar plenamente de los placeres del esquí, es esencial ir adecuadamente equipado. Esta guía le ayudará a elegir la ropa de esquí adecuada para sus necesidades específicas como deportista avanzado, centrándose en el rendimiento, la comodidad y la durabilidad. Vea nuestro otro material de esquí.
Como esquiador avanzado, tu ropa debe cumplir una serie de criterios esenciales para mejorar tu experiencia en las pistas. El rendimiento es su prioridad: necesita prendas que no sólo le protejan del frío y la humedad, sino que también le permitan una libertad de movimientos óptima. También es imperativo que tu ropa resista el desgaste de un uso intensivo y, a veces, de condiciones extremas.
El aislamiento es esencial. Debe ser eficaz sin comprometer la transpirabilidad del tejido. Las tecnologías modernas, como PrimaLoft o Thinsulate, ofrecen un aislamiento excelente a la vez que son ligeras y ocupan poco espacio. Elija el aislamiento adecuado para su actividad: más pesado y cálido para el esquí alpino, o más ligero y transpirable para el esquí de travesía, donde la actividad física es más intensa.
Un buen traje de esquí debe ser impermeable para mantenerte seco. El estándar mínimo recomendado es de 10.000 mm en la escala de Schmerber, pero los esquiadores avanzados se beneficiarán de optar por prendas que ofrezcan hasta 20.000 mm o más. La transpirabilidad también es crucial, especialmente durante el esfuerzo: busca valores de transpirabilidad de al menos 10.000 g/m²/24 h para evitar que el sudor se acumule en el interior de la prenda.
Los tejidos deben ser robustos para resistir los enganches y la abrasión. Los refuerzos en zonas críticas como las rodillas, la parte baja de la espalda y los tobillos son adiciones sensatas. También hay que tener en cuenta la protección contra el viento, que puede afectar en gran medida al confort térmico en altitud.
La chaqueta es tu primera línea de defensa contra los elementos.
Elige una chaqueta con capucha compatible con el uso del casco. Los sistemas de ventilación ajustables, como las cremalleras en las axilas, y un faldón para la nieve desmontable o integrado son esenciales. Los bolsillos deben ser accesibles incluso con una mochila y lo suficientemente seguros para guardar tus objetos de valor.
El pantalón debe ofrecer un buen aislamiento y estar provisto de tirantes o de una cintura ajustable para garantizar un ajuste perfecto. Al igual que con la chaqueta, debes prestar atención a los refuerzos en las zonas expuestas a roces y caídas. Asegúrate también de que los bajos del pantalón sean compatibles con tus botas.
No olvides que estas capas desempeñan un papel crucial en tu comodidad general. Deben estar confeccionadas con materiales que evacuen la humedad, como la lana merina o determinadas fibras sintéticas especializadas. Las capas intermedias deben equilibrar el calor y la transpirabilidad, al tiempo que deben ser flexibles para no limitar tus movimientos al bajar la cremallera.
Recuerde siempre que lo mejor es probar antes de comprar. Lo ideal sería probarse estas prendas en una posición similar a la que adopta cuando está esquiando, para comprobar que no limitan su movilidad durante esta intensa actividad deportiva.
Por supuesto, no te olvides de lavarlas. Sigue escrupulosamente todas las instrucciones de lavado facilitadas por el fabricante para preservar las propiedades técnicas de los productos que has comprado. Evita los suavizantes convencionales y utiliza detergentes especiales diseñados específicamente para tejidos técnicos.