Para los niños, la sujeción y la estabilidad son cruciales, ya que sus pies aún se están desarrollando. Una buena zapatilla para correr debe ofrecer una sujeción adecuada del arco plantar y un buen control del movimiento, sobre todo si el niño tiende a la pronación (los pies ruedan hacia dentro) o a la supinación (los pies ruedan hacia fuera). Las tecnologías integradas en la entresuela, como los sistemas de estabilización o las placas de control del movimiento, pueden ayudar mucho a mantener el pie en una posición neutra durante la carrera.
La amortiguación desempeña un papel esencial en la absorción del impacto con el suelo. En el caso de los niños, una buena amortiguación puede ayudar a reducir el riesgo de lesiones al disminuir la fuerza del impacto sobre articulaciones aún sensibles y en desarrollo. Es importante elegir una zapatilla con una amortiguación adaptada al peso del niño, para no alterar la dinámica natural de la carrera.
Las zapatillas de running para niños deben ser suficientemente flexibles para permitir que el pie se mueva con naturalidad. La flexibilidad favorece una buena biomecánica de carrera, esencial para el desarrollo muscular y la coordinación. Compruebe la flexibilidad girando ligeramente la zapatilla para ver cómo se dobla en la parte delantera del pie.
El rápido crecimiento de los pies de los niños obliga a comprobar regularmente su talla de calzado. Se recomienda dejar aproximadamente una pulgada (2,54 cm) de espacio entre la punta del dedo gordo y la puntera del zapato para dejar algo de espacio para el crecimiento, al tiempo que se garantiza que el zapato no es tan grande como para causar tropiezos o una mala técnica de carrera.
La anchura de la zapatilla es tan importante como la longitud. Un zapato demasiado estrecho puede comprimir el pie del niño, mientras que uno demasiado ancho puede provocar una falta de apoyo y estabilidad. Algunos fabricantes ofrecen modelos diseñados específicamente para pies anchos o estrechos.
Para fomentar la independencia, opte por zapatos que los niños puedan ponerse y quitarse fácilmente. Los sistemas de cordones sencillos, como los cordones elásticos o los cierres de velcro, pueden resultar muy prácticos para los niños pequeños.
Los niños suelen tener los pies más calientes y sudan más que los adultos. Por lo tanto, elige zapatos fabricados con materiales transpirables para ayudar a regular la temperatura y reducir la humedad en el interior del zapato.
Dada la frecuencia con que los niños pueden usar y desgastar sus zapatos, es esencial que sean resistentes. Busca zapatos con suelas de goma duraderas y refuerzos en las zonas susceptibles de desgastarse rápidamente, como la puntera y el talón.
Tenga en cuenta el entorno en el que su hijo corre con más frecuencia. Algunas zapatillas están diseñadas específicamente para correr en pista, otras para una gran variedad de terrenos. Unas zapatillas versátiles pueden ser una opción excelente para los niños que corren en distintos tipos de superficie.
En conclusión, la elección de las zapatillas de correr para niños debe hacerse con cuidado y conocimiento. Tenga en cuenta el tipo de apoyo necesario, una buena amortiguación, flexibilidad, un tallaje correcto y materiales duraderos a la hora de hacer su compra. Con el calzado adecuado, los jóvenes corredores estarán bien equipados para perseguir su pasión por correr con total seguridad y comodidad.